L’entreprise de Paolo Montanaro et de sa sœur, Stefania, élabore la sélection de truffes blanches la plus éminente qui soit. D’une fraîcheur exultante, les pièces dégagent des arômes exubérants ; les meilleures du monde...
El pollo, del que se asegura un mínimo de crianza de 4 meses, es de una calidad extraordinaria, nada que ver con todo lo que hay en el mercado, tanto en fresco como elaborado. Es de justicia insistir, una materia prima fuera de serie. Carnes rojas, que delatan el tiempo, tersas, consistentes, naturales, sabrosas... suculentísimas. La salsa es refinada, equilibrada y, a su vez, noble, impera el jugo del ave, enriquecido con aceite de oliva virgen, pan, almendras, ajo, especias y hierbas, todo expuesto magistralmente. Es difícil comer un pollo mejor.