El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Son varios los platos elaborados de gran empaque de esta empresa que tiene por protagonista al foie gras. Si la terrina de manos de cerdo rellenas de hígado graso y trufada han marcado época, los mismo podemos decir de esta construcción académica ciertamente lograda. Se trata de una pomposa y gustosa corona de pasta brioche que contiene en su interior dos medallones de terrina foie gras de oca entre los que se intercala y superpone un leve y atinado realce de chutney, que no mistifica al foie gras, que aparece íntegro, viéndose repercutido de manera sutil por notas aromáticas que calientan el paladar y otras dulces. No puede ser más puro ni más integro dentro de una articulación clásica de relleno.
Se puede comer frío cortado en rectángulos, o caliente, tras tenerlo a 150 grados sin la tapa durante 15 minutos. En este caso se parte en dos y se reparte con otro comensal.