El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Un queso concentrado, cremoso, denso, que recuerda lejanamente a la leche condensada cocida y caramelizada. Predominan esas sensaciones golosas y gulescas que se entremezclan con otras más refrescantes derivadas de una tenue acidez. Se aprecia su nobleza y se identifica plenamente con las referencias internacionales que se tienen del queso holandés.
Elaborado con leche de vaca. Su curación es de aproximadamente un año.