Salsa típica que recuerda en alguna medida a la boloñesa. Confeccionada principalmente con salchicha desmigada (42%) y tomate (29%), intervienen en ella también, entre otros ingredientes, carne de cerdo, Barolo y caldo de verduras. Hace gala de un sabor costumbrista y suculento, en el que predominan los dos primeros ingredientes. Sirve para confeccionar platos gourmands en el que la salsa y la pasta, por ejemplo, se entremezclan.
Una buena salsa tradicional de tomate confeccionada con los componentes típicos – cebolla, ajo, pimienta, guindilla y azúcar – enriquecida con panceta (23%), que se aprecia en generosos tropiezos, así como con vino blanco. Resulta refinada en su suculencia, con un cuerpo denso, al más fidedigno estilo tradicional. Noble y muy fácil.
Ideal para acompañar pastas, también algunos platos principales, como carnes.