7

Asados Alonso


Lechazo Asados Alonso
Clara Alonso
Pays: España
Localité: 47300 Peñafiel (Valladolid)
Adresse: Derecha al Coso, 14
(+34) 983880834
Jours de fermeture: Abre los jueves, sábados, domingos y festivos
Prix à la carte: 38 € el cuarto


Clara Alonso es una joven simpática, lista y con carácter, una castellana de pura cepa, que ha heredado de sus padres y abuelos el oficio de asadora. Posee una casa de comidas, casi inhóspita, pobretona, de echar para atrás, que ella llena siempre que abre, dada su gracia, honradez y rigor. No admite clientes si previamente no han concertado cita y hora exacta de comparecencia, haciéndoles firmar un contrato verbal al respecto, en el que la casa garantiza el punto perfecto del lechazo, siempre que los clientes cumplan puntualmente. Tanta meticulosidad le ha proporcionado celebridad entre los parroquianos y en la zona, en la que goza de un prestigio que ni soñado. Tanto es así, que Clara Alonso ha sido elegida por múltiples bodegas de la Ribera del Duero como su asadora, ocupándose de mandarles el cordero hecho para satisfacer a los visitantes.
Su estirpe y su inteligencia natural la han llevado a crear una técnica distinta a todas las aplicadas en Castilla. Emplea como máquina el horno de adobe y como energía el pino arbal. No desposee de la «tela» a los cuartos, que sazona con sal fina y deposita en cazuela de barro. Introduce el recipiente en el horno, a la vez que empieza a encender la leña; por tanto, en frío. Lo deja «guisar» pausadamente durante dos horas, aproximadamente. Transcurridas, da vuelta a la pieza, situando la «tela» hacia arriba, momento en que la unta, empleando un pincel, con un toque de manteca de cerdo, un sí es no, con el objeto de que ayude a churruscar la piel, manteniendo otras dos horas. En total el asado viene a prolongarse durante unas cuatro horas, pero hay que tener en cuenta que se comienza en frío y que va poco a poco. Otra curiosidad es la carencia total de agua, que no se incorpora en ningún momento ¡Ah!, al momento de darle vuelta, se lo vuelve a sazonar. Y antes de servir, preguntan al cliente si lo prefiere partido o si desea trincharlo él.
Clara desea a su parroquia ¡Buen apetito! En vez de ¡Buen provecho! Y es que nunca un provecho fue bueno, por eso aquí ni se recuerda ¡Buen apetito, que el lechazo está asegurado! Ensalada y Riberas del Duero de esos que llaman a brindar por la vida.

Tags: