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Bodegas Campos


Fritura de merluza al limón
Juan Gutierrez
País: España
Localidad: 14002 Córdoba
Dirección: Los Lineros, 32
957497500
Cierra: Domingos noche
Precio: 40/60 €
Precio menú degustación: 49 €


Mucho más que un restaurante; he aquí un establecimiento bellísimo y encantador en el que la arquitectura y el ambiente típicos cordobeses se expresan en todo su esplendor. asta tal punto es así, que diariamente lo visitan más de 250 comensales que acuden atraídos por el marco y, cómo no, a disfrutar de platos de gran raigambre inteligentemente actualizados. Condumios populares que manteniendo toda su idiosincrasia aparecen refinados y, sobre todo, livianos. Es el caso de un rústico salmorejo en el que se deja notar la presencia del pan, que incorpora una cremosidad apreciable y que, sin embargo, sabe primorosamente, contando con una copiosa guarnición de jamón, huevo duro, rabanitos y uvas. Esa perfecta síntesis entre la cultura heredada y la renovación asumible se aprecia en el pescado frito, por ejemplo la merluza, crujiente y jugosísima, magistral, que se muestra impregnada con sutileza del característico aderezo de limón. También los taquitos de rape o de rosada y los boqueroncitos vitorianos, pasados por freidoras digitales de la última generación y aceite de oliva virgen extra, hacen gala de un tratamiento técnico exquisito. La ensalada molinera de bacalao y naranja expresa con naturalidad y exactitud sentimientos sumamente enraizados en Andalucía. Las croquetas de pringa con pimientos asados aúnan técnica, tanto en la bechamel como en el empanado, y sabrosura, la de un generoso enriquecimiento. El ajoblanco con uvas, trigueros y langostinos atesora sabores familiares y contrastados con delicadeza y armonía. Increíblemente jugosos, como antes los pescados fritos, los lomos de rape que aparecen asados y adornados por una ensalada, en la que abunda el tomate concassé. Amplia oferta de iberico fresco, cabezal, carrilleras, solomillo, pluma...que se ofrecen con salsas sustanciosas y purés historicos: de patata, membrillo, coliflor, etc., siempre bien desarrollados. En fin, platos ancestrales hechos en consonancia con los gustos generales si bien distinguidos y rejuvenecidos en lo esencial. Esta misma tendencia se manifiesta también en los postres, siempre gratificantes, en algunos casos gulescos, no exentos de elegancia. La jovial “ensalada” de naranja y aceite de oliva es un preámbulo pasa asumir la leche frita con helado de lima o el arroz con leche, confeccionado con la cremosidad del asturiano y, si cabe, coronado más golosamente.
Muy a tener en consideración es el surtido de aperitivos, que se puede disfrutar en la Sacristía tras visitar las distintas “casas” que configuran este macro espacio. También dispone de una barra donde tapear informalmente, algunas de estas especialidades.