"Crisis" En la Cocina Española

 

Es evidente que el negocio de la restauración de lujo y de la cocina de vanguardia, salvo contadas excepciones, está ya en un declive total e irreversible, y especialmente en España, donde la crisis estructural no permite salidas a medio plazo. Seguramente habrá quien se salve de estas vicisitudes, serán muy pocos, insistimos. A la delicadísima situación económica del país, primer problema; a la improductiva rentabilidad del sector, segundo factor, hay que añadir el cansancio y envejecimiento de algunos de los más afamados cocineros, muy a considerar. El retiro de Ferran Adrià, la muerte de Santi Santamaría... y la falta de sabia nueva, colocan a Cataluña con un único liderazgo: los Roca. No hay alto futuro. ¿Quién lo representa?
            La cocina vasca, perdón, la guipuzcoana en particular,  está en una fase de envejecimiento manifiesta. Falta en la cúpula el relevo generacional que necesita  por razones evidentes: nadie está interesado en propiciarlo, sí en evitarlo, los nombres estan en la mente de todos,  y menos en difundirlo mediaticamente, entre otras cosas porque los cronistas estan "todos" comiendo la sopa boba de sus protectores, de la mano de los Arzak y Cia. Es ya una coquinaria que necesita alternancia para no morir de vieja y manipulada como murió Lyon.
            El resto de España empieza ajarse sin relevo en la cúpula. Los que estaban, siendo grandes, viven de su inmenso patrimonio y los cuarentones no han sido capaces, por razones económicas, sociales y de manipulación de los medios, de asumir el liderazgo, entre otras cosas porque no se han enfrentado a la mafia cocineril y a los "pivots" gastronómicos.
            Solo si las nuevas generaciones, los chef por debajo de los 35 años, con restaurantes posibilistas, a imagen y semejanza de lo que esta sucediendo en Francia, muy lejos de la ideología trasnochada de la Michelín, versallesca y napoleónica, son capaces de sintonizar con el bolsillo y los deseos  de las jóvenes generaciones, el porvenir existirá. Nadie Regala nada; algunos cohartan el mañana. 
            O nos transformamos, o estamos viviendo de rentas.