La prensa generalista, la Michelín, Hollywood y Las Vegas

La crisis que sufre la prensa generalista va mucho más allá de la aparición de las nuevas tecnologías y de la implantación de los consumos sociales de comunicación. Basta escuchar una tertulia de radio, ver una información televisiva o leer un artículo...en el New York Times, por ejemplo, para darse perfecta cuenta que cuando abordan un tema específico, en el que uno trabaja o en el está mínimamente informado, lo tratan con ligereza y hasta frivolidad y/o saben muy poco, o nada de nada.
Lo último que se estila en periódicos y revistas es llevar a titulares las estrellas Michelín que suman los cocineros famosos en sus franquicias, asesoramientos...submarcas planetarias. Joël Robuchon alcanza en el planeta Michelín 17 estrellas, o las que sean. Y eso ¿qué quiere decir? Pues que es el cocinero que mejor organiza restaurantes al gusto de la Michelín. Eso, y sólo eso. Le sigue de cerca Alain Ducasse, que no sé si tiene 15, o las que sean. En definitiva, se ha creado un nuevo ranking: el de la masificación o comercialización de las estrellas. A nadie puede extrañar, las estrellas representan para los cocineros lo que los oscars para una película. Esto va de cine, nos hemos instalado en el Hollywood gastronómico.
La duda que se plantea es si Joël Robuchon es ahora más con sus 17 estrellas Michelín, o las que le otorguen, o antes cuando solo contaba tres en el Jasmin. Tantos oscars de la guía roja no le sirven para ser considerado lo que antaño fue: el mejor cocinero del mundo.
Debe entrar Ferran Adrià a competir en el ranking de los oscars Michelín. Cuantos más estrellas, más negocio de alta cocina. Y con más locales, más dispersión. Y con tanta dispersión, tanta ocupación y tanta comercialización, con tantos establecimientos que atender, con tantos equipos que dirigir, se llega a donde han llegado los nombres y personajes más legendarios de Francia, al Hollywood de la Michelín pasando por las Vegas. Esto es un Casino; un casino en el que hacer fortuna.
Mientras los grandes chefs de España no caigan en este juego podrán estar en la vanguardia mundial.
El sensacionalismo de las audiencias conlleva la crisis de la calidad.
¡Ah!, Robuchon y Ducasse tiene mucho mérito, inmenso mérito: el de haber creado otra liga, en la que casi todos sueñan jugar. ¡Chapeau!