Defraudado

Admiro profundamente a Santi Santamaria, creo que debe ser uno de los espejos en que los cocineros de todo el mundo debemos mirarnos, por múltiples razones, entre ellas, sobre todo por pasión, por fidelidad a su mensaje de que el primer cometido del cocinero es proporcionar placer y por encima de todo por su mirada al producto, por su manera de entenderlo y de descifrarlo, por todo eso y por mucho mas... Pero, siempre hay un pero, su discurso en Madrid Fusión me ha defraudado, porque en el ha mostrado una dimensión desconocida del personaje, la de provocador, la de tener latante un mensaje impregnado de cierto rencor, de tener la necesidad de que hablen de él y de sus palabras, de provocar un reventón mediático del que presuntamente siempre quiso huir. Yo no me siento ningún farsante que busca la pela del cliente por hacer una cocina diferente, y por trabajar 16 horas al día y poder llegar a fin de mes a duras penas, y además conociendo multiples maneras de hacer!
mucho dinero en hostelería pero maneras en las que no creo o que no van con mi compromiso con la cocina, por que siempre tuve fe en mensajes como el de Santi Santamaría.

Antonio Botana
Combados (Pontevedra)