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Monastrell


Lasaña de Calabaza, Queso y Salvia
María José San Román
Country: España
City: 03002 Alicante.
Address: Rafael Altamira, 7. Hotel Hospes Amérigo.
(+34) 965200363
Closed: Domingos y Lunes. En verano, suele cerrar a mediodía.
Price: 55/75 €
Tasting menu:: 55 y 65 €


María José San Román campea por sus fueros en este flamante y precioso restaurante ubicado en el suntuoso hotel Hospes Amérigo, que dispone de una encantadora terraza en verano, que abarrota un día sí y otro también un público internacional de alto standing. Con el traslado de la antigua ubicación a este lugar se ha producido una renovación completa de la carta, de inconfundible carácter moderno, en la que se alternan platos muy comprometidos con otros más convencionales, eso sí, siempre refinados, livianos y con una estética muy cuidada, como corresponde al buen gusto de tan distinguida dama.
No dejan indiferentes a nadie, absolutamente a nadie, construcciones tan originales y con contrapuntos tan fuertes como la ostra Guillardeau nadando en un licuado de manzana verde, pepino e hinojo con escarcha de vermut. Sabor pleno a mar impregnado de frutosidad y cargado de aromas. La osadía no solo tiene este testimonio, también la encontramos, eso sí algo más moderada, en la ensalada de pulpo asado con cerveza, que brinda unos medallones grandes, tiesos y sabrosos, realzados con un aliño de ceviche. La sofisticación llega a su máxima expresión con la lasaña de calabaza, queso ahumado y aire de salvia, donde estos dos últimos elementos se expresan con toda su naturalidad, aportando la hierba frescura y fragancias a la suculencia derivada del queso. Esta claro que esta cocina no se parece a ninguna, que manifiesta una personalidad arrolladora, la que exhibe la propietaria. Más convencional dentro de un nítido estilo mediterráneo de gran nobleza resulta la composición de calamar con gambitas rojas al ajillo con azafrán y berenjena, exquisitez en la que cada manjar se manifiesta inmaculado y en perfecta armonía.
La casa maneja muy bien los arroces; igual que los fideos. Un primer testimonio lo tenemos en un plato de carnaza, carnaza excelsa, arroz con bogavante, o bogavante con arroz, todo ello en medio de un profundo bisquet, por aquello de que la fórmula es caldosa, con verduras, preservando el crustáceo un cuerpo atlético y un sabor pleno. Igual de buena la versión seca, un arroz azafranado con sepionet coronado con unos escalopes, situados por encima con forma de abanico, de pechuga de pollo penedecense. Y soberbios los postres, en especial la chufa de alborada en texturas con bizcocho de limón y almendra, que alardea de motivos texto, con sus correspondientes texturas.