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La Sidre


Kepa Bravo y Ahinara Mendia
Pays: España
Localité: 01007 Vitoria-Gasteiz (Alava)
Adresse: Armentia. Larrintzar, 3.
(+34) 945131565
Jours de fermeture: Domingos noche y lunes
Prix à la carte: 30/50 €
Prix menu de dégustation: de Sidrería: 37 €


     La antigua “Sidrería San Prudencio” reformada y reformada. Situada en un entorno privilegiado de Vitoria, a 10 minutos en coche del centro de la ciudad, en el que predominan las campas. En las inmediaciones de la basílica de Armentia, que aloja al patrón de la ciudad, San Prudencio,
     Ofrece cocina típica de asador, con la parrilla de carbón como estrella, especializada en pescados y carnes, que completa con preparaciones sencillas tradicionales y productos estrellas tal cual. Todo muy sencillo, muy natural, muy auténtico. Estupendas materias primas, a las que se da un tratamiento atinado en la parrilla o en la sartén y que salen ciertamente impecables en su ser, sin apenas complementos y atrezzos.
     Valgan como ejemplo de lo aseverado las rodajas de salchicha en pincho, en verdad nobles, impregnadas de unos granos de mostaza entremezclados con una reducción de txakoli. No puede ser más austero y más gratificante. Con un toque diferenciador que no altera lo más mínimo el ser del condumio. Parecido podemos decir de las guindillas de Ibarra: pequeñas, frescas, “dulces” y uniformemente fritas, con una tonalidad verdosa que incita a la gula. Las croquetas de hongos, rebosantes de setas, que dejan la besamel en un papel secundario, no pueden ser más honestas y generosas. Una costa exterior más frágil…las llevaría a merecer una alta nota. Más producto estrella, la Morcilla de Sotopalacios, de una de las menorcitas marcas del país, Hermanos González, que sale impecablemente hecha, tostadita por fuera y justo caliente en el mismo centro, preservando plenamente su jugosidad. Un bocado capital para los adictos a los embutidos de sangre.
     Pescados siempre notables que se asan a las ascuas convencionalmente y se aderezan con atemperados refritos ligados. Las carnes del rodaballo o del besugo salen inmaculadas, en una cocción certera llamada a gustar a todos, con unos realces a su vez fáciles y satisfactorios.
     Vamos, se come magníficamente si se tiene claro a dónde se va y a lo qué se va. Y si Kepa Bravo manifiesta su profesionalidad en la parrilla, Ahinara Mendia atiende con suma diligencia y simpatía. Por todo ello, un sitio encantador.