Afrontando la crisis económica. (Entusiasmar al cliente)

No hay fórmulas mágicas. Es enorme la complejidad del problema, pero merece la pena hacer algunas reflexiones. Esta que presento a continuación es muy breve, no es nada pretenciosa y se refiere al mundo de los negocios en general y por consiguiente también al de los restaurantes.
Nadie en su sano juicio puede prescindir del concepto “rentabilidad” cuando quiere abordar un proyecto gastronómico. Conseguir dinero no es cosa fácil, sobre todo en los tiempos que corren. Gestionar bien los recursos adquiridos con la inversión inicial, suele ser mucho más difícil.

En los últimos dos meses he visitado diez restaurantes. Dejando de lado los “méritos culinarios” de todos ellos, una vez más he podido constatar que el éxito en los negocios está absolutamente reñido con las creencias, actitudes y comportamientos de algunos individuos.
No me voy a referir a los administradores de negocios, porque no es lo mismo administrar que gestionar. La gestión requiere visión, dinamismo, capacidad de análisis y capacidad para tomar decisiones. Gracias a la gestión se introducen cambios, se modifican objetivos, se implantan nuevas estrategias, se mantienen, amplían o reducen recursos y, finalmente pero no menos importante, se transmite energía e ilusión a los colaboradores. Cada uno de estos elementos tiene suficiente enjundia como para dedicarle un libro monográfico. Alejándome de cualquier declaración solemne - y también haciendo un poco de broma - puedo afirmar que el librillo de la “Harvard University” sobre gestión de restaurantes sólo tiene una página con cinco Recetas Básicas. Es más, aceptando que no todo el mundo tiene gran inclinación por la lectura, añado ahora que posiblemente podría bastar una frase introductoria del libro para dar los primeros pasos en la buena dirección y no perder el norte. La frase introductoria la voy a tomar prestada de la declaración escrita que aparece – o aparecía - en una de las paredes del vestíbulo principal de las oficinas centrales de la empresa “3M España”. Decía así:

“Recuerde siempre que son sus clientes los que le pagan a usted su sueldo”

Debo confesarles que ese texto lo leí hace mucho tiempo cuando acudí por primera vez a la empresa. Han transcurrido más de diez años desde la última vez que estuve en “3M” y por lo tanto no puedo asegurar que ese texto permanezca aún en el vestíbulo. Incluso hasta es posible que lo que acabo de señalar en negrita y entre comillas no se corresponda literalmente con lo que yo leí. No importa. Lo que cuenta es la idea subyacente de la frase. Por el lugar en donde estaba situada, por el tamaño de la letra y por su especial iluminación, es imposible que la frase – o al menos la idea – pasaran desapercibidas para todo el que accedía por primera vez al vestíbulo.
Trasladándonos al ámbito de los restaurantes no estaría mal encontrar inquietudes parecidas.
¿Cuántos propietarios y gestores de restaurantes tienen interiorizado ese mensaje y actúan coherentemente con él? ¿Cuántos lo saben transmitir de manera eficaz a sus colaboradores?...

Próximamente – y con el consiguiente permiso de la Harvard University – les daré a conocer las cinco Recetas Básicas. ¡Prometido!