Comer en Almería

Si hay que elegir un sitio para comer informalmente en la capital almeriense no cabe duda que Casa Joaquín (Real, 111, tel. 950264359, cierra sábados noche, domingos y festivos todo el día y septiembre) es el destino ideal. Allí, Encarnación Godoy, madre del propietario, borda los puntos de cocción de los excelentes mariscos de la zona, como el memorable gambón rojo de Garrucha, las quisquillas a la plancha y las cigalas. Además prepara excelentes salazones caseras de anchoas, arenques y bonito y es magnífico su lenguado frito a la antigua con ensalada de tomate raf (ahora con tomate negro que se encuentra en temporada).
Si se busca una cocina moderna con matices creativos y brillante estética, en Espronceda (Solís, 9, tel: 950242176, cierra domingo noche, lunes todo el día y la primera quincena de septiembre), Pedro Berrogui, cocinero navarro de gran madurez, ofrece una buena síntesis entre su tierra y los productos andaluces, aunando técnica y buen gusto, como es el caso de la ensalada con gambas rojas y guacamole, el gallopedro en cuajadera, el taco de atún vuelta y vuelta con menestra de verduras, la carrillada de ternera a la jardinera y, en temporada, diversas presentaciones de tomate raf con los mariscos y pescados de la bahía.
En Vera, capital del levante almeriense, continúa triunfando Terraza Carmona (Manuel Jiménez, 1; Tel. 950390760, cerrado lunes) que ofrece magníficos productos del vecino puerto de Garrucha tratados brevemente a la plancha o al horno para resaltar su sabor (excelentes gambas rojas, espectaculares gallopedros, que además proporcionan originales revueltos realizados con las huevas del pez, soberbias brótolas gigantes y sabrosos salmonetes de roca). Además, dos memorables frituras desconocidas en otros lugares: la de gallanos o “galanes", peces autóctonos con un delicado sabor a marisco (primavera-verano), y la mixta de letones (criadillas) y huevas de caballa (invierno), que proporciona un placentero contraste de texturas. Otras especialidades de la casa con honda raigambre popular para catar en pequeñas cazuelitas son la fritada de hortalizas y pez emperador, las torticas de avío de harina de maíz con boquerones adobados y el emblemático ajo colorao.
En el Poniente de Almería, la gran sorpresa mediática que ha supuesto el restaurante La Costa de El Ejido en lo gastronómico no se corrobora. Precios desorbitados, aunque el establecimiento se ubique en la California del sudeste andaluz (menús degustación a 68 y 82 €), cocina mediterránea moderna con detalles de fusión y errores técnicos de relieve, como el carpaccio de gamba roja difuminado por un fortísimo contraste con pulpa de aceitunas negras; las cigalas a la plancha, muy resecas al estar hechas solamente por la cara de corte y no a la unilateral por el caparazón y un bogavante con exceso de cocción por haberse pasado muchos minutos a 100º C en el horno de vapor. La verdad es que algunos detalles de distinción en la carta de vinos, el punto del foie gras y la oferta de quesos no justifican el desplazamiento. Todo lo contrario que en El Boliche de Roquetas de Mar (Avda. Antonio Machado, 47, junto al Puerto Deportivo, Tel. 950327068, cierra lunes todo el día, noches de los martes y septiembre) donde se alcanza la gloria con su fritura de gallo de San Pedro, explosivamente gelatinosa y sutil. Además, deliciosas quisquillas, sabroso gambón rojo y rústico pulpo seco a la plancha con aceite.
Un lugar curioso para una provincia tan entregada a los productos marinos como la de Almería es Gárum en Adra (Avda Mediterráneo, 68; tel: 950 401239, cierra domingos noche, miércoles todo el día y del 5 al 25 de septiembre) ya que su especialidad son las carnes, tanto de vacuno mayor como de ternera de Ávila, que salen de cocina con su justo punto de maduración, cocción muy atinada y un sabor inusual para Andalucía, donde carnes tan escogidas como estas deberían constituir el preciso contrapunto a la sobredosis de ácidos grasos omega 3 que cada día se administran nuestros visitantes.