LO MEJOR DE LA GASTRONOMÍA, LA MILITANCIA GASTRONÓMICA

28/05/2009 - LMG

O, mejor dicho, la clamorosa militancia gastronómica. Eso es, al menos, lo que se desprende del multitudinario acto de presentación del Congreso Lo Mejor de la Gastronomía que, este año, celebrará su undécima edición y lo hará, por primera vez, en tierras alicantinas.
De forma militante abrió el acto el alcalde de Elche, Alejandro Soler, que manifestó, en primer lugar, el orgullo que sentía por poder oficiar como anfitrión en este acontecimiento.
No menos militante, a la vez que contento, se mostró el presidente de la Diputación Provincial Alicantina, José Joaquín Ripoll, quien consideraba un éxito haber conseguido que el Congreso se celebre ahora en Alicante, tras el importante esfuerzo que la Institución a la que representa ha venido haciendo para lograrlo.
Como no podía ser menos, Quique Dacosta y Paco Torreblanca –tal vez los dos máximos exponentes gastronómicos de la zona- expusieron, de forma casi más apasionada que militante, su alegría por ver hecho realidad que el Congreso Lo Mejor de la Gastronomía viaje a su tierra.
Y para militancia, la de las, aproximadamente, seiscientas personas que respondieron a la llamada para asistir al acto inaugural. Allí estaba ampliamente representada la clase política, la gastronómica… Realmente, todas las fuerzas vivas de la sociedad alicantina.
Rafael García Santos, director del Congreso, explicó, a grandes rasgos, las directrices que marcarán, entre el 7 y el 11 de Noviembre, el desarrollo del mismo. En el aspecto congresual, se refirió a los importantes cambios que, de un tiempo a esta parte, se vienen detectando en el mundo de la restauración. Algunos son coyunturales, como, por ejemplo, los que surgen forzados por la situación económica actual. Pero otros, acaso los más importantes, son de carácter estructural y sociológico.
En ningún caso se trata de renunciar a la alta cocina de autor que desde siempre ha promovido y apoyado Lo Mejor de la Gastronomía y que configura el vértice de la pirámide gastronómica. La cuestión es añadir a ella los espacios que hay hasta llegar a la base de la misma; esto es, los restaurantes que renuncian al lujo y a los costes de la alta restauración buscando la máxima calidad gastronómica y cómo no, el público en general que pueda tener interés por el hecho gastronómico.
Así, podría decirse que habrá tres congresos en uno. Uno a base de talleres en los que los mejores cocineros del mundo se encerrarán para cocinar durante cuatro horas con grupos reducidos de profesionales, que podrán vivir intensa y activamente cada clase. Otro con un formato más tipo espectáculo, a base de ponencias de media hora dirigidas a grupos de trescientas o trescientas cincuenta personas que se asemejará al que tradicionalmente se venía desarrollando. Y, por último, otro dirigido a aficionados, amas de casa, etc., en el que se podrá aprender a obtener el máximo rendimiento de la tecnología que va incorporándose a la cocina doméstica, así como a tratar los mejores productos que pueden manipularse en la cocina de una casa.
Por su parte, la Feria gastronómica va a suponer una completa revolución en el mercado. Bien es cierto que habrá un pequeño recinto restringido dirigido exclusivamente a los profesionales del sector, pero, sin embargo, el grueso del certamen va a ser un mundo gastronómico vivo del que todos van a poder participar y disfrutar, a precios populares. Habrá restaurantes en los que se podrán comer los platos más emblemáticos y mejor elaborados de la cocina popular española. Habrá bares en los que se podrán probar un sinfín de productos. Y, sobre todo, habrá stands, muchos y grandes stands; en concreto unos doscientos. En ellos se desarrollarán infinidad de actividades. Al final, cada espacio se convertirá en una especie de Feria dentro de la Feria, lo que conformará, sin duda, una grandiosa fiesta gastronómica.
Una fiesta, un Congreso, en el que se busca la participación militante de todo el mundo, pues, como dijo Rafael García Santos, “una cosa está clara: el Congreso será de todos… o no será de nadie”.
Tras el acto protocolario de la presentación, se celebró un festejo en el que los asistentes disfrutaron de ingentes cantidades de más de un centenar de los mejores productos de la gastronomía española. Un festejo en el que la militancia en el proyecto mostrada desde el principio por todo el mundo, se convirtió en euforia ante lo que, sin duda, será un gran acontecimiento, un grandísimo acontecimiento.