El Piamonte tiene una aportación mundial a la dulcería del chocolate, su maridaje con la avellana. La gianduia ha conquistado el universo gastronómico. De cuanto se ha elaborado con esta conjunción, he aquí la golosina más conseguida. Logradísima...
Las quesadillas de Sintra son archifamosas en Portugal, habiendo surgido unos cuantos obradores en esta preciosa y monumental ciudad, Patrimonio de la Humanidad, que las elaboran y comercializan. La firma con más historia, que se remonta varios siglos y con mayor reputación, merecidísima, es Sapa, una artesanal casa que expende una pequeña producción verdaderamente excepcional. Únicamente las expende en el despacho que tiene en la subida al centro histórico de la villa.
Destaca sobremanera la exquisitez del gusto y su armonía, dentro de una sutil complejidad sápida y táctil. Respecto a consistencias ofrece tres: leve caramelización en la parte superior, jugosidad esponjosa en la masa del relleno y fragilidad crocante en la delgadísima costra que le sirve de soporte. Gustativamente se aprecian los ingredientes que le componen: cuajo, harina de trigo, yemas de huevo, almíbar de azúcar y canela ...sensaciones aromáticas que se insinúan en la boca con suprema delicadeza.
Se comercializan desde piezas pequeñitas de dos bocados a otras enormes que dan para 12 raciones, siendo a priori estas mejores. Es vital comerlas recién elaboradas o a lo máximo del día anterior, pasados dos fechas, aún estando buenas, pierden cualidades.