Sabor delicado y natural, en el que las aceitunas negras ( 80%) se muestran plenas y a la vez extraordinariamente refinadas, engrandecidas en perfecto equilibrio con aceite de oliva virgen (10%), cerveza (10%) y aromáticos. Destaca la identidad del fruto, la naturalidad de sabor, con amargos y ácidos muy matizados. Se presenta en un picadillo como es típico en la tapenade, una tapenade curiosa.
A su vez existe una tapenade vert, con aceitunas de ese color, interviniendo el resto de ingredientes en los mismos porcentajes. Las cualidades son similares a la negra, cambiando únicamente las olivas y, con ello, su gusto, aroma y color.