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Vila Joya


Ravioli de bogavante con carabinero, verduras y salsa
Dieter Koschina
País: Portugal
Localidad: 8201-902 Albufeira (Apartado Postal 120)
Dirección: Urbanização Praia da Galé
(+351) 289591795
Cierra: Nunca
Precio: 90/120 €
Precio menú degustación:


Este restaurante ostenta la máxima calificación de Michelin en Portugal: dos estrellas. Se las merece, por marco, impresionante edificio y finca sobre el mar, que dispone a su vez de 17 lujosas habitaciones; por servicio, joven y motivado; y por cocina, sin lugar a dudas, de gran empaque. El artífice de ésta es el ínclito Dieter Koschina, un austriaco afincado en este oasis de la mejor vida desde hace ya trece años. La palabra que sobre todas le define es solidez; aplastante solidez. Sabe perfectamente lo que quiere y consigue plasmarlo en los platos. Una culinaria muy bien definida, conceptual y técnicamente culta, erudita, sabia,... que se caracteriza también por su extremado refinamiento y enorme personalidad. Su exquisito don del gusto queda patente en cualquier sazonamiento, en el más mínimo detalle. Un toque de pimienta recién molida con un cebollino recién recolectado y picado convierten una pasta de queso de cabra en un aperitivo sublime. Su tapenade es de todas cuantas hayamos probado la mejor condimentada. ¡Qué salsas! Es una cocina con identidad: dentro de un estilo centroeuropeo abierto a todas las culturas tiene carisma.

Dieter recibe al comensal con la pleitesía que merece el gourmet: una bandeja que contiene salmón ahumado con huevas, eneldo y yogur; atún crudo con un aliño agridulce a la soja; un costrón de mozzarella con paté de berenjenas; una brocheta de sardina con tomate, oliva y pesto y un trocito de anguila ahumada envuelta en beicon frito. Tanto esfuerzo se compatibiliza con una conmovedora capacidad de síntesis: el “ravioli” de vieira cruda, si bien marinada, relleno de caviar sobre una base de cabeza de ternera; antológico. Los raviolis, en este caso de pasta, que cobijan en sus entrañas bogavante y se acompañan con un carabinero, de gran tamaño y frescor, hecho en su punto óptimo, rodajas de espárrago verde, tomate y aterciopelada salsa de pimienta, merecen encendidos elogios. Igual que la sedosa salsa de balsámico y trufas, un verdadero salto mortal del que sale en armónica compostura, que acompaña al rodaballo sobre fundentes puerros. El pato artesanal procedente de Nantes asado tiene el valor de la pieza y del saber hacer, con el que demuestra por enésima vez que detrás de cada propuesta hay un cocinero como la copa de un pino. El entrecot de vaca con salsa de vino tinto, la ternera al madeira, la silla de venado con vino de oporto son verdaderos homenajes al producto y a la historia.

En pocas palabras, culinaria de gran calado, inteligente, señorial, efectiva..., que produce admiración y brinda gran satisfacción.