Un Desayuno Rico en Grasas, la Forma Más Saludable de Adelgazar

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El típico almuerzo americano, a base de huevos y tocino, previene el síndrome metabólico y, por ende, la obesidad abdominal, los niveles altos de triglicéridos y la resistencia a la insulina. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Alabama que ha sido publicado en el International Journal of Obesity.
Los resultados de la investigación demuestran que una alimentación matinal rica en grasas contribuye a mantener un perfil metabólico normal. Por el contrario, las personas que inician el día consumiendo alimentos ricos en carbohidratos tienden a retener más las grasas cuando ingieren otro tipo de alimentos, además de tener unas posibilidades más altas de sufrir síndrome metabólico.
La primera comida del día “programa el organismo”
La profesora de epidemiología Molly Bray, que dirigió el estudio, subraya la implicación que tiene sobre el peso corporal y el metabolismo el momento exacto del día en el que se come, y no sólo el tipo o cantidad de alimentos. Una lectura en la que apenas han incidido las investigaciones realizadas hasta el momento, a pesar de que sí se ha demostrado la influencia sobre la masa corporal de la alteración de los ritmos del sueño y los horarios de las comidas.
La base de este nuevo descubrimiento se asienta en que la primera ingesta, tras estar en vigilia durante toda la noche, determina durante el resto del día la eficiencia del organismo para quemar las grasas de los alimentos consumidos en la comida y la cena. “Es como si la primera comida que hacemos tras dormir programase la respuesta de nuestro cuerpo a la comida ingerida durante el resto del día”, explica otro de los participantes del estudio, el profesor de medicina Martin Young.
El experimento se llevó a cabo con ratones de laboratorio que fueron divididos en diferentes grupos. A uno de ellos se le alimentó a primera hora de la mañana a base de carbohidratos y al otro a base de grasas. El resultado fue que al segundo grupo le engordaban menos los alimentos ricos en grasas que comían durante el resto del día que al primer grupo porque gozaban de una mayor plasticidad metabólica. El experimento se testó posteriormente en cuatro grupos de control.
Una transformación radical de las dietas para adelgazar
Los resultados de esta investigación suponen una nueva perspectiva para los nutricionistas a la hora de establecer sus recomendaciones dietéticas. Los propios investigadores insisten en la necesidad de que las personas que se someten a regímenes alimenticios para adelgazar tengan en cuenta no solo el tipo de alimentos consumidos y la cantidad, sino también el momento del día en que se debe consumir cada uno de ellos si se quiere bajar de peso

Lo ideal para adelgazar, según ha demostrado este estudio realizado en animales, es comenzar el día con un desayuno con alto contenido en grasas para que, a lo largo del día, se vaya tendiendo a comer alimentos con menos densidad calórica. Una recomendación que casa a la perfección con el dicho popular de “desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”.
Los autores seguirán con esta investigación durante los próximos meses para testar estos resultados en humanos y probar si los diferentes tipos de grasas y carbohidratos tienen implicaciones en el metabolismo. Asimismo, se tratará de dilucidar si este tipo de régimen alimentario afecta negativamente a la función cardíaca o no.