Una de las seis variedades que produce esta cooperativa, siendo las restantes el celebérrimo judión, blanca de riñón, blanca redonda, blanca arrocina y morada redonda; todas ellas amparadas por el Consejo Regulador de la Denominación Específica El Barco de Ávila.
Comercializa 13.000 kilos por campaña, procedentes de las dos riberas de las vegas de El Barco y de las dos zonas limítrofes al río Tormes, suelos apropiadísimos para esta variedad.
Posee dos grandes virtudes gastronómicas: su hollejo es imperceptible, parecen peladas, insuperables en este aspecto y forman un caldo espesillo muy atractivo. Añadamos un tercer elemento a resaltar, son muy espectaculares por el colorido berenjena, que tras la cocción se convierte en cacao, poseyendo una forma, como su nombre indica, muy alargada.
Por lo demás, el sabor, más que nada es genuino y en cuanto a la textura son judías para masticar, carnosas.
