Visitar Bélgica, especialmente Bruselas, implica conocer alguna de las tiendas del más famoso chocolatero del país, cuyo establecimiento de máximo diseño esta en la dirección que aquí facilitamos. Exposición en dos pisos de toda clase de...
Un pan de pueblo, encantadoramente rústico, que se distingue por una suave y agradable impregnación de aceite de oliva y por estar ilustrado copiosamente con elementos reconocidos de la chacinería local, en concreto dos longanizas o salchichas y gruesas lascas de jamón. En definitiva, pantagruélico y gulesco, por cantidad y suculencia. Antes de comer conviene, gana una barbaridad, calentar en el horno, a 180 grados, unos minutos, no más de cuatro o cinco, hasta que gane en esponjosidad la miga y la corteza cruja.