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La Xicra

Anna Casadevall
Anna Casadevall
País: España
Localidad: 17200 Palafrugell (Gerona)
Dirección: c/ Estret, Sant Antoni, 17
mapa
(+34) 972305630
Cierra: Martes noche, miércoles y noviembre
Precio: 60/90 €
Precio menú degustación: 50 €


  • Erizos de Mar
  • Gambas recien pescadas
  • Gambas Recién Pescadas
  • Suquet de Rape con cigalas y guisantes
  • Suquet de Rape con Cigalas y Guisantes
  • Calamar encebollado
  • Calamares Encebollados
  • Catxoflino de Pie de Ternera con Albóndigas, Gambas y Mejillones
  • Jarrete rustido
  • Jarrete Rustido
  • Becada con el Costrón de su Interiores

¿Será un pícaro extraído de una novela de Quevedo o de Juan de Luna? ¿Será un erudito y sesudo enciclopedista? ¿Será las dos cosas? O ¿No será ninguna de las dos?
Vaya usted a saber. Tal vez, ni siquiera tenga importancia. Porque lo que aquí importa, de verdad, es la magia. Esa magia con la que Pere Bahí y sus inseparables Montse y Anna trasladan al comensal de la antigüedad a la contemporaneidad. Esa magia con la que se construyen los platos, que parece como si los pergeñaran con lo que de repente se han encontrado en la cocina. Esa magia con la que trasladan la esencia del Ampurdán a cada plato… el mar, la tierra, el viento…
Es verdad que la cocina de La Xicra no está muy pendiente de grandes reflexiones filosóficas, o, tal vez mejor dicho, de grandes justificaciones más o menos filosóficas. Pero es también verdad que siempre toca la fibra más sensible del comensal quien, por otra parte, lo más seguro es que quede más que satisfecho “sólo” con eso. Con unos erizos  exultantes de sabor a  mar; ahogadores. Con unas gambas rojas, que son la mayor manjarosidad del Mediterraneo; excelsas. 
Salvo algunas excepcionas, el producto y la tradición predominan en la propuesta gastronómica. Lo cual no quiere decir que no haya un gran respeto por las texturas naturales y la delicadeza de los sabores; no hay más que fijarse en las anchoas que preparan en casa y que van acompañadas por un tomate levísimamente perfumado por el ajo, para darse cuenta de ello.
Aunque lo que realmente se necesita aquí es sumergirse en un suquet a base de rape, gambas y, por supuesto, patatas… para pasar de las palabras a las esencias y a los sentimientos. O, acaso aún mejor, rendirse a los arrebatadores “catxoflinos”, bien a base de manitas, cigalas, albóndigas y mejillones, bien a base de gambas, salchicha, rebozuelos o níscalos… permanente ejemplo de traslación del entorno a un puchero, a un condumio gulesco.
En La Xicra la rudeza de las formas se enfrenta al encanto de lo sápido, como el mar se enfrenta a la montaña en una cocina tan identificable como diferente al mismo tiempo. En definitiva, una culinaria noble y primaria que está orgullosa de interpretar una cultura ancestral.