La comida no ofrece dudas: lechazo, lechazo y lechazo. Es el que más satisfacción de cuantos hayamos comido en Aranda y por eso es el que figura en especialidades en el citado apartado (ver descripción). Y antes una estupenda morcilla de Aranda, unas formidables mollejas y una ensalada. Buen queso y a darse al asado y al Ribera del Duero, que hay muchos y muy buenos.
This two-starred Michelin restaurant certainly merits its qualification. It responds perfectly to the characteristics and philosophy of the guide. From its noble family owners, Silvano dedicates himself in body and soul to the business, overseeing this stately, luxurious establishment. The...
